Si hay algo que siempre he odiado ha sido la falta de sinceridad, las falsas esperanzas, yo desde siempre he sido una persona que va con la verdad por delante...soy de las que piensa que es mejor sufrir por algo que es cierto que no por algo que no sabes...Y esa ha sido nuestra dinámica desde siempre, las falsas esperanzas.
Creo que nunca os he hablado de él...No voy a dar nombres, por aquello de la privacidad, así que, plagiando la idea de princesa, le llamaré chico 2, ya que, chico 1 es el que desencadenó este blog y al que me he estado refiriendo todo este tiempo...
Seguro que a más de uno que pase por aquí, lo que va a leer le provoca una carcajada, pero cada uno cree en lo que quiere...Y yo creo en el destino y que de alguna manera todo está escrito...Mi madre tiene una amiga que echa las cartas, y desde niña he estado acostumbrada a creer, siempre parcialmente, en lo que ellas han dicho...Pues una de las cosas que mi madre me ha enseñado es que todo está escrito, pero cada persona es capaz de cambiar su destino. Pues bien, siempre le habíamos preguntado por el amor, y las cartas siempre respondían lo mismo que mi verdadero amor, ese amor que te cambia, no sería de nuestra ciudad...Y que lo conocería desde joven, pero no sería hasta mucho tiempo después cuando surgiera el amor...
Chico 2 es una de esas personas a las que hace tanto que conoces que no recuerdas exactamente ni cómo, ni cuándo fue...Lo que sí recuerdo es que me encantó desde el primer momento en que le ví...Desde siempre hemos conectado, pero por desgracia, él no es de mi ciudad, pero eso no ha impedido que cada noche tengamos nuestra charla por el messenger o nuestras largas conversaciones de horas por teléfono...Al principio la cosa fue muy rápido...quizás incluso nos precipitamos, pues llegamos ha hablar de una relación sin tener en cuenta que con 18 años, los kilómetros sí son un impedimento. La cosa iba bien, hasta que un buen día desapareció, no se conectó al messenger y por más que le escribiera o le llamara nunca respondía. A los 4 o 5 días reapareció y me explicó que se había reencontrado con una chica de la que había estado enamorado y que lo nuestro no podia seguir...No diré que no me doliera, pero al fin y al cabo no habíamos tenido una relación de verdad...A pesar de eso, nuestras conversaciones siguieron, aunque el teléfono no volvimos a tocarlo en mucho mucho tiempo. El verano llegó, y no supimos el uno del otro, hasta que casi a finales recibí un mensaje suyo en el que decía que viendo sus fotos se había encontrado con una mía y que me echaba de menos...Después de eso...Silencio otra vez hasta que Octubre volvió a instaurar la rutina en nuestras vidas. La cosa iba bien, incluso mejor que antes, así que hicimos planes para encontrarnos, él vendria en Navidad a verme. Pero las cosas no siempre salen como uno las planea, así que el encuentro tendria que esperar. En Semana Santa intenté ir yo a verle a él, pero más dificultades. Otro intento fallido. Nuestras conversaciones ya rozaban el tonteo...aunque por supuesto ninguno de los dos decia nada...El tuvo sus relaciones, yo tuve las mias...Aunque en ese terreno pocas veces entrabamos, lo único que sabíamos es que la otra persona tenía pareja, y en esos periodos de tiempo nuestras conversaciones volvían a ser inocentes, porque si por algo me caracterizo es por ser fiel hasta de palabra. A principios de verano yo volví a estar sola, lo que hizo que nuestras conversaciones se intensificaran, y empezaron las promesas, que si iba a venir a verme sin falta...que si iba a pedir una beca para venirse a estudiar aqui...y miles y miles como esas. Pero el tiempo pasaba y nada se cumplía. Siempre he creido que las cosas se demuestran por actos y no por palabras, pero como contigo no había actos no tenía más remedio que creer en las palabras...
El tiempo pasó hasta que en Enero conocí a chico 1, eso me hizo plantearme las cosas, yo quería una relación de verdad, una persona con quien contar...no alguien que está a cientos de kilómetros de mi y que siempre promete y promete y nunca cumple...Así que le dije que había conocido a un chico y que aunque no tenía nada serio con él me había dado cuenta de que él no podria darme lo que yo necesitaba. Estuvo bastante tiempo sin hablarme, hasta que un buen día me dijo que me echaba de menos, que había sido un crio por enfadarse por algo así y que no quería perderme...Todo volvió a la normalidad, aunque por aquel entonces yo ya tenía una relación con chico 1.
En una de nuestras conversaciones me preguntó si en el puente de Diciembre iba a estar aquí, yo le dije que sí, pues así era. Y me dijo que vendria a verme. Ya tenía todo listo cuando mis padres decidieron que el puente de Diciembre era una fecha estupenda para que nos fueramos de viaje. Yo pedí quedarme por todos los medios, incluso estuve días sin hablarles, pero nada funcionó. Cuando le di la mala noticia a chico 2 el cabreo que cogió fue increible...Estuvo muchísimo tiempo sin hablarme, aunque yo no dejé de hacerlo nunca, hasta que un buen día decidió volver a responderme. Y desde ahí nunca más se mencionó el asunto. Las llamadas volvieron a aparecer, las largas charlas...Y yo tuve que ir a una boda, y casualmente pasamos por su ciudad y estariamos unas horas, pero el destino nunca ha apostado por nosotros, así que para esas fechas él estaba fuera haciendo unos cursos....
Empezaron las bromas de que el destino estaba en nuestra contra...Así pasó el tiempo hasta Abril, cuando mi corazón se paró por la marcha de chico 1. Nunca le había hablado mucho de él, pues yo se que a chico 2, no le gusta hablar de este tipo de cosas, sin embargo, cada vez que le contaba algo nuevo sobre como iba, o los golpes por los que tenía que pasar...él recordaba exactamente todo lo que sabía acerca de chico 1, sinceramente nunca pensé que me escuchaba cuando le contaba esas cosas...
Sus llamadas en verano fueron más frecuentes de lo normal...Hasta que un buen día nos convenció a una amiga y a mi de que fueramos a verle, fijamos la fecha y en Octubre nos plantamos en su ciudad!
Fueron 4 días inolvidables, después de tantos años no me creia que cada mañana, cuando me despertaba le veria...me daba miedo cerrar los ojos por si desaparecia...Y era aún más alucinante de lo que le recordaba...Las atenciones que recibimos fueron de princesas, no nos faltó de nada, se volcó en nosotras todo el tiempo...Pero, por desgracia no tuvimos ni un momento a solas...Eso sí, cada noche, después de dejarnos en el hotel tenía un mensaje diciéndome lo mucho que me iba a echar de menos cuando me marchara...Pero por lejano que pareciera ese día llegó...
Lo siguiente a eso fueron conversaciones larguísimas, en las que me decía que le encantaba, que yo era su chica ideal, que me fuera allí cuanto antes...que iba a venir a verme en cuanto pudiera...Y en eso hemos estado desde entonces...Una noche en una de nuestras conversaciones hasta las tantas, esta vez por teléfono...surgió la idea de irnos juntos de viaje...a un sitio a mitad camino de ambos...Estaba entusiasmada ante la idea...y todo iba genial, hasta que ha tenido una cruzada de cables y las cosas han cambiado radicalmente...El otro día mencionó el "abandono" del puente de Diciembre y que no puede olvidarlo...desde entonces cuando consigo que me conteste a un mensaje los ángeles bajan del cielo para cantar a coro Aleluya. Seguimos hablando, sí pero para nada como antes, en cuanto se roza algún tema comprometido desaparece unos cuantos minutos para volver a hablar con un cambio de tema drástico. No se cuántas veces le he preguntado por la fecha del viaje que tenemos planeado, y cada vez lo aplaza más y más...Sinceramente no se que ha pasado, pero me estoy cansando de que siempre quedemos pendientes...Quizás no sea todo culpa tuya, puede que lleve muchas decepciones acumuladas y esta haya sido la gota que colme el vaso...
Siempre creí que tú serías ese chico, ese amor que me cambiaría...Pero supongo que hay que perseguir las cosas hasta cierto punto, y que cada una de ellas tiene su momento, no se si el nuestro ya ha pasado o aún no ha llegado, pero no se si merece la pena seguir luchando...Aún así, la esperanza es lo último que se pierde, y tú nunca dejarás de ser mi amor platónico...