domingo, 4 de mayo de 2008

Siete días...



Hoy hace una semana, tan sólo siete días desde que te marchaste. Para mi, una eternidad. Siempre había escuchado en boca de los amantes más pegajosos eso de las horas sin ti se convierten en días, los días en semanas...Hoy comprendo que no exageran, sólo atravesaban la misma semana que he tenido yo.


No han sido siete días cualquiera, porque además de ser los siete días de después de...estas fechas también eran un cúmulo de recuerdos. ¿Cómo una semana puede acumular tantos días especiales? El Lunes la última vez que hablamos por teléfono, el Miércoles la última vez que fui a verte y vi una peli contigo, el Jueves nuestro último día y hace un año, la fiesta en Betty. El Viernes día dos de cada mes, y el Sábado...el Sábado fue el punto y final a la época más feliz de mi vida, al menos, hasta el momento.


Muchas veces hablábamos sobre nuestra historia y sobre si alguno de nosotros se arrepentia de algo, hoy cambio mi respuesta y digo que sí, me arrepiento de haberme estado negando a mi misma lo que siempre he sabido, de haber pasado hasta por el aro más pequeño, me arrepiento de no haberte explicado las cosas más de una vez, de haberme acostumbrado a contentarme con el mínimo detalle, de hacer mil cosas por ti aún sabiendo que no las valorarías. Y lo más triste es que me acostumbré a ello, y era feliz, te quería como a nadie y me consolaba pensando que si estabas conmigo algo tendrías que sentir y que si no lo expresabas era porque eras así...Pero, a pesar de todo ello, de lo que más me arrepiento es de los besos que no te he dado, de los abrazos que me he guardado, de que esa escapada de la que siempre hablamos se haya quedado sólo en eso, de que ese viaje que planeamos al lugar dónde siempre hemos soñado ir vayas a hacerlo sin mi, de que no hayamos podido acabar y empezar el año juntos ninguna vez; aunque no sabía que este año era nuestra última oportunidad. De los sueños que no te he contado, de todo lo que aún no se de ti, de todo lo que aún no sabes de mi, de todos los recuerdos donde no vas a estar, de que si hubiera sabido que el último día era nuestro último día hubiera cambiado muchas cosas...Pero el problema es que sólo yo me arrepiento de esto.


Han sido siete días horribles, pero a la vez, llenos de logros. He conseguido levantarme sin que mi madre tenga que obligarme a enfrentarme al día. Me he puesto ropa que recuerdo haber llevado en días clave en mis recuerdos o que compré pensando que te gustaría. Puede venirme algún recuerdo a la mente y no ponerme a llorar, aunque con algunos sigo sin conseguirlo...Puedo salir a la calle sin miedo a ponerme a llorar. He conseguido subirme al coche sola. Escuchar el ipod, aunque algunas canciones sigo teniendo que pasarlas. Y hoy, domingo por la tarde, me he tumbado en mi cama a ver la tele, sin ti. Desde luego nada comparable a como cuando lo hacía contigo, pero ha sido un paso hacia delante que he dado yo sola. Aunque no todos los pasos de esta semana los he podido dar sola, muchas personas me han ayudado, pero hubo un gesto que me llegó al corazón y por eso en especial quiero agradecertelo a ti, porque entendiste que no quisiera salir ese día y a pesar de eso me obligaste a ir, pero sinceramente, lo que me más me llegó fue que me consintieras que no me enfrentara a mi fantasma ese día y todo lo que hiciste para evitarlo, porque nadie mejor que tú sabe que era incapaz.

Ha sido una semana muy dura, ni siquiera he podido enfrentarme a escribir aqui por miedo a que al dejar salir las palabras de mi se colara algún recuerdo escondido en mi corazón que hiciera que las noches fueran más largas. No quiero más sueños porque es todo tan real, estás aquí, me hablas, te oigo, siento tu calor... y el despertar es horrible, al abrir los ojos sólo tu fantasma me acompaña, todo el día está a mi lado, hasta que me vuelvo a dormir y entonces te recupero. A pesar de todo, cada día rezo para que no faltes a la cita.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Estely!
Aquí tienes mi primer comentario, que sepas que ya te has ganado a una lectora fiel:)
No te voy a soltar ningún tópico ni nada x el estilo. Xq sé que en estos momentos poca credibilidad tienen. Sólo te deseo mucha suerte y paciencia en este nuevo camino que acabas de emprender. Y recordarte que no estás sola.
Con el tiempo te darás cuenta de que no tiene ningún sentido plantearte que hiciste bien o mal. Simplemente sacaras lo bueno de la experiencia y aceptarás que ha sido tu historia. Y la querrás tal y como es. Ojala te pudiera hacer entender que no son sólo palabras, pero eso lo descubrirás tú misma con el tiempo.

Te envío un abracito y un beso. Ya sabes que estoy aquí:)
tQ

Estela dijo...

Gracias Mar! y gracias también por hacerte mi lectora fiel. Supongo que tienes razón y que ahora ya lo que hiciera bien o mal no tiene sentido. Pero por algo por lo que se lucha desde el principio, en lo que se cree, no necesita tiempo para que le cojas cariño. Yo siempre he aceptado mi historia tal y como ha sido, me enamoré de ella desde el día que le conocí, y ha estado tan llena de intrigas y cosas inesperadas, que supongo que pienso que no es el fin, que tan sólo estoy escribiendo un capitulo más de ella. Quizá ese haya sido el error y por eso hoy aún le quiero como el primer día.