martes, 29 de abril de 2008

Hoy, de nuevo, sin ti



Toda la fuerza y entereza con la que ayer me llené parece que me ha abandonado esta mañana al despertar y dejar el mundo de Morfeo, y es que hoy, en mis sueños, te he visto.
Resulta extraño como la mente es capaz de mantener hasta el mínimo detalle de un rostro, tu peca al lado de la nariz, esa barba a medio salir...Todo era tan real que no quería despertar. Hay varias teorias sobre la función de los sueños, yo hoy he encontrado la mía: Quizás los sueños existan para poder vivir en ellos lo que nos gustaría que ocurriera en realidad, para volver a ver a esas personas que en este momento no podemos ver, para que sigan vivas en nuestros recuerdos y en el corazón.
Juntos visitabamos ese lugar extraño para nosotros, ese lugar al que planeamos ir una vez y no pudo ser, ese lugar que ya no pisaremos juntos. Risas, caricias, abrazos, estabamos juntos y todo era perfecto, pero la sensación de felicidad no provenia del lugar, provenia de estar junto a ti, de sentir tu calor una vez más, de tus ojos mirándome, del sonido de tu risa, del olor a tu colonia...Poco a poco voy perdiéndote y oigo el silencio, estoy despertando, lucho con todas mis fuerzas por volver a verte, pero ya es tarde, te has ido. Estoy despierta y no estás a mi lado. Después de esto no tengo fuerzas para levantarme, mi ánimo me lo impide.
¿Dónde esta la fuerza de ayer? Esa que guardé al acostarme y comprobé antes de dormir que siguiera ahí para poder usarla hoy. Te la has llevado, como mi alegría, mi esperanza, parte de mis sueños, pero sobretodo te has quedado con una parte de mi corazón, lo más triste de todo es que no lo sabes. No sabes que te has quedado lo mejor de mi.
Hoy, de nuevo, con el ánimo por los suelos tengo que seguir sin ti.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

esteli... impresionante. nada mas que decir. aunque me parecera mas impresionante el dia que este blog cambie el rumbo y saque lo mejor de ti, que es tu sonrisa.

un beso

Estela dijo...

Muchas gracias!
Supongo que para que cambie de rumbo aún falta, curar una herida lleva su tiempo y más cuando son del corazón. Pero mientras se cura te agradezco que estés a mi lado y me leas a pesar de que aún no lleve la sonrisa puesta.