martes, 6 de mayo de 2008

Ese último momento


A lo largo de toda la vida las personas vamos creando nuestra propia banda sonora, es extraño que un mismo cd que te trae tantos recuerdos, sea al que recurras cuando quieres levantarte el ánimo, cuando quieres llorar, o simplemente cuando necesitas cantar a voz en grito. Yo lo encontré hace mucho tiempo. Para mi ese cd es Más de Alejandro Sanz.
En un día extraño como el de hoy dónde no tienes obligaciones, ni tareas pendientes, ni ganas de enfrentarte al mundo puede que lo mejor sea recurrir a ese cd y salir de casa, aunque yo lo he hecho en mi propia cápsula de seguridad. Mi coche. Conducía sin rumbo hasta que he escuchado esta canción y me he armado de valor para enfrentarme a mi fantasma. Quizás muchos me acusen de falta de imaginación, otros opinen que un blog no es para esto, pero alguien me dijo que este era mi mundo, que si escribía era para mi no para quien me leía. Y hoy dejaré que sea él quien hable por mi...
Ahora que tengo la ocasión, quiero que hablemos los dos. Tú, de mí; yo, de ti, del corazón, que sí. Que nunca es bueno el momento hasta que no hay otra opción. Siempre es el mismo cuento...ese último momento.
Hoy que tenemos la oportunidad -la tengamos o no-, nos callaremos los dos. Tú, por mí, yo, por ti, por no enredar, !ya ves! ¿Por qué será que lo hacemos? Incluso, viendo llegar ese último momento, cuando no queda tiempo, cuando no queda tiempo, para decir, siquiera: "Te voy a echar de menos"
Si vas a irte...vete, pero no te despidas; sal de noche, sal a oscuras, sal descalza y de puntillas, niña vete, vete y cierra la puerta, que no quiero verte salir de mi vida.
No más plazos aplazables. Si ha de ser así, adelante. Y mejor este momento, déjalo para algún otro instante. Acabemos cuanto antes, nadie tiene que arrastrarse, este último momento, vívelo, y los demás, los demás, que aguanten. Y los demás, que aguanten.
Ahora no tengo la ocasión -no la tengo, que no, que más da, ya pasó-, cuánto lamento que al final no hablásemos ninguno de los dos porque ahora nos sobra tiempo para pensar qué pasó en ese último momento, cuando no tuve tiempo -ni tú-, para escribir los versos de cuando aquellos besos.
Si estás oyendo, vuelve. Ni siquiera saludes; con la luz de la mañana abre puertas a patadas niña vuelve, que no hacen falta razones, me muero por verte, volver a tenerte.
No más dudas razonables, para mi no es comparable, este último momento me robó el milagro de tenerte a cada instante. Acabemos cuanto antes, con un siglo habrá bastante. Este último momento es de los dos, y los demás, que aguanten.
No más dudas razonables, para mi no es comparable, este último momento me dolió, por culpa de un instante. Acabemos cuanto antes con un siglo habrá bastante. Este último momento es de los dos, y los demás, y los demás que aguanten y los demás...

No hay comentarios: