Hoy, hace un año, me senté aquí por primera vez, con los ojos llenos de lágrimas, esperando encontrar un poco de consuelo al contarle al ciber espacio que chico 1 se había marchado para siempre...Pensaba que jamás se iria ese dolor que sentía, que no podria olvidarte y que siempre, por mucho tiempo que pasara, estarías en mi corazón.
Han sido muchas cosas las que han cambiado desde entonces. Tú ya no eres el mismo, yo, ya no soy la misma...Poco a poco dejaste de estar siempre en mi mente, mi piel dejó de echarte de menos, mi sonrisa ya no necesitaba ver tu cara para aparecer en la mia, empecé a olvidar tu olor, el sonido de tu risa y el tacto de tu piel, dejé de arrepentirme de todo aquello que no había hecho y empecé de cero.
Ahora ya no hay lágrimas en mis ojos, y mi corazón ha dejado de doler. Ya no te echo de menos, ni siquiera quiero verte, y no es por rabia sino porque ya no es pena, tristeza o dolor lo que siento. Simplemente indiferencia. Temía con todo mi ser la llegada de este día, porque la chica que te quería con todo su ser no podría haberlo soportado, pero aquel día no sólo murió nuestra relación, también murió ella. Y a lo largo de este año ha nacido una nueva chica, con unos nuevos sueños, unas nuevas esperanzas y que no tropezará con la misma piedra otra vez. Ya no creo en imposibles, ni tampoco en posibles, sólo creo en hacer aquello que me hace feliz en cada momento. No pienso en el futuro, ni tampoco en el pasado, sólo vivo el presente. Porque quiero, necesito, que cuando algún día mire atrás, sentirme orgullosa de haber vivido mi vida al máximo de no tener que arrepentirme por no haber ido a aquel viaje o no haber quedado con aquel chico...
Y es que hoy me he dado cuenta de que a pesar de todo lo que te he llorado, te he maldecido y te he querido, curiosamente, este año, sin ti, ha sido uno de los mejores de mi vida, porque quien no arriesga no gana, y hace un año perdí esa apuesta segura que me impedia arriesgar mi propia felicidad para obtener una aún mayor. Y es que sin ti, me he dado cuenta de que soy más feliz, y hoy, no hay nada que pueda hacerme sentir mejor que ver que, al fin, mi corazón se ha curado.